dissabte, de novembre 25, 2006


Yo te he visto muerte

Claro que te he visto
y he visto tus ojos azules grandes
Cuando le cortaste a mamálas trompas de falopio y los ovarios
sin preguntar y sin responder

Te he visto.
Cuando me acercaba a la esquina del barrio
y esos dos hombres me miraban
con calaveras en los ojos
y respiración de buey enojado
Por supuesto que te he visto.

Cuando llegué al hospital sin color,
sin equilibrio y en espasmos
sin dinero y sin seguro
y paraste en la esquina
del cuarto a llenarme de esa angustia
que viene con el olor a alcohol
de cuarto de hospital viejo

Por supuesto que te he visto.
Y te he visto rondar a mis amigos
y escoger sin razones los más jóvenes
llenándolos de verrugas y olores,
mientras sudaban líquidos imposibles

Yo te he visto muerte.
Te he visto bailando dentro de mis ojos
cuando mis manos y mi fuerza
le pegaban a una mujer tramposa
vestida igual que tu de dolor y desencanto.

Yo te he visto muerte
claro que yo te he visto
te he visto vestida de protección innecesaria
justificando tu baile de tanques
de guerra y bombas caídas en la cabeza
de una pescadora de sueños en Vieques.

Yo te he visto
Paseando por las calles de todos mis barrios
en uniforme y macana

Te he visto
Escudriñarte en mi sangreen mi boca
y en mi mente
arrebatando la posibilidad del recurso propio
y la mirada valiente

Claro que yo te he visto
te he visto con estos ojos
privilegiados y llorososa
acechándote abiertos
buscándote en lo oscuro
y pendientes de tus pasos.

Te he visto.
Te he visto y te he sentido
Cerca...muy cerca tan cerca
como el roce del viento
en cualquier momento del día.